Libertad es conocerte a ti a tu cuerpo, a tu mente y patrones que en ocasiones actúan reiteradamente para que tengas la oportunidad de crecer a través de ellos, reconociendo lo que te ata, condicionamientos, miedos, comodidades…
Libertad de indagarte, ponerte luz, dejando que la tuya propia brille porque ha dejado que sus sombras sean vistas.
Libertad es poner tu atención hacia dentro para poder soltar aquellos dolores que en un momento de la vida se encerraron porque eran demasiado grandes o intensos para poder mirarlos.
Libertad es poder escuchar tu intuición conectando con aquello que te enraíza y hace que tu piel se erice y te haga expandirte.
Libertad es soltar la culpa que de repente aparece, que hace que tu pecho se encoja y duela al respirar hasta que por fin se abre dejando que de nuevo fluya la vida por tus venas.
Libertad es escribir sin pensar que puede pasar cuando alguien lo lea.
Libertad es entender que tu cabeza planea y tu aceptación hace que todo se calme y conectes con la alegría y el propósito de tu camino, que nada tiene que ver con lo que tu cabeza contó.
Libertad es darte espacio y permiso para Ser.
Libertad es decir un NO hacia fuera porque te estás diciendo un SI a ti mism@
Libertad es sentarte a respirar … a respirarte.
Libertad son tus flores y colores y tus grises y negros.
Libertad es abrir tu pecho para que se abra a más Amor.
Libertad es dar el tiempo para que pueda suceder.
Libertad es madurez, conlleva crecer y coger responsabilidad y tomar decisiones y a la vez esperar y soltar y unificar y sanar y ver luz y oscuridad y llorar y reír y decir SI y NO, rascar y acariciar, darte permiso para SER y experimentar.